30 junio 2008

Ruta de las 12 horas

Hacía tiempo que no se organizaba la ruta de las 12 horas en Barcelona, tradicionalmente se monta el último fin de semana de Junio, antes de que haga mucho calor y que lleguen las vacaciones. El grupo de patinadores de S.A.T propone una ruta en patines por toda la ciudad, de nivel medio-alto, que comienza el viernes por la noche y acaba el sábado al amanecer.


Este año comenzó junto con la ruta de Carlos III, una de las que organiza la A.P.B todos los viernes por la noche. No se si fue por la ausencia de stoppers habituales (coincidía con las 24 horas de LeMans), el gran número de patinadores (217 asistentes), el calor o qué... pero resultó muy lenta y pesada, se hizo eterna, acabando más tarde de lo habitual.

Después de 16,8 Km de esta primera etapa y una vez tomado el refrigerio en el Butyklan, 33 patinadores continuamos con la ruta clásica de los jueves camino de Plaza Cataluña con un ritmo que no tenía nada que ver con la ruta que acababa de terminar, quizá porque los habituales de las rutas de jueves necesitaban desentumecerse después de haber hecho los primeros kilómetros "parados".


Tras una breve pausa continuamos subiendo por Rambla Cataluña hasta la Fuente de la Rana, donde nos refrescamos y recargamos un poco de agua. Continuamos por Gracia, zona de marcha en la que la gente que había salido de fiesta se quedaba alucinada viendo pasar a más de treinta patinadores a buena velocidad y a esas horas de la noche. Tras una parada de reagrupamiento en la estación de Fontana, se hizo de nuevo una parada técnica en la fuente de Plaza Molina, ya que a pesar de ser de noche hacía bastante calor, a lo que se sumaba la subida y el ritmo de las rutas de jueves.


Desde aquí rumbo a atravesar la zona de Sarriá con calles en sube y baja hasta la parada habitual de recuperar un poco de fuerzas delante del cuartel del Bruc. Me sorprendí a mi mismo de llegar hasta este punto bastante bien físicamente, a pesar de no haber hecho kilómetros los últimos meses, y no se si sería la pastilla de glucosa que me dio Jordi Rollerblade (no sabía ni que existían estas cosas) o que, pero aguanté el ritmo y la ruta mejor de lo que esperaba. Otra cosa son las rozaduras de los patines.

Después de las pertinentes explicaciones sobre como realizar las siguientes bajadas, nos encaminamos a la del Hotel Juan Carlos I. Una bajada de media distancia en la que se alcanzan buenas velocidades, Miguel registró 66Km/h, normalmente se disfruta ya que no hay que preocuparse por frenar (ni siquiera al final), pero resultó estar con suelo mojado en el último tramo, todo lo anterior sumado al problema que se me presentó en el patín izquierdo que no conseguía dominar debido a la inestabilidad que producía una especie de temblor del patín, no se si por el estado de las ruedas o alguna otra causa, no me permitió disfrutar como otras veces.

Mientras se decidía el recorrido una patrulla de la urbana, que vio a treinta personas en patines parados al un lado de la calle y a esas horas de la noche, se interesó por el asunto y nos hizo algunas recomendaciones con un tono amistoso.

Desde aquí más bajadas hasta la suave y bien pavimentada Rambla Just Oliveras, continuando por la Av. Carrilet hasta Gran Vía y subida poco inclinada pero constante hasta Plaza de España para subir al Estadio Olímpico de Montjuic. Antes de la subida y tras una valoración de fuerzas restantes un grupo subimos por las escaleras mecánicas (afortunadamente en funcionamiento a la 4 y pico de la madrugada), mientras los que se sentían con más fuerzas subían por la carretera. Parada arriba para recuperarse del esfuerzo y dar las indicaciones necesarias para la bajada.

La de Montjuic es la bajada más famosa de Barcelona, por su accesibilidad, distancia, nivel de patinaje no demasiado exigente para realizarla y una pendiente que permite una buena velocidad sin llegar al descontrol. Aún así siempre hay que tener cuidado y estar alerta. Mi bajada fue normal hasta pasar el túnel pero después se volvieron a presentar los problemas de la bajada de Juan Carlos I, más acentuados en el último tramo de Miramar donde los temblores del patín comenzaban a dar serios avisos de caída inminente, la verdad es que no lo pasé muy bien porque no podía estabilizarme para frenar con el pie derecho, con lo que opté por poner casi todo el peso en el patín derecho, levantar el cuerpo y extender los brazos para reducir la máxima velocidad posible. Afortunadamente conseguí llegar abajo de una pieza.

Tras la bajada y después del desgaste de energía durante todos los kilómetros acumulados, era hora de reponer fuerzas para lo que bien valía un puesto de gofres y perritos calientes que encontramos abierto en el puerto.


Después de esta parada varios integrantes del grupo decidieron que habían tenido bastante y dejaron la ruta en este punto, aprovechando que la ruta continuaba por las Ramblas hasta Plaza Cataluña de nuevo, seguí junto al grupo con la intención de abandonar en Gran Vía. Y menos mal, porque después de esta subida ya notaba que mi baja forma hacía flaquear mis piernas. Mucho más tarde de lo que tenía previsto me retiré a casa a descansar a las 5:30 de la mañana, después de haber hecho unos 50 kilómetros desde las 22:00, siete horas y media antes.

La ruta continuó hasta llegar al Forum, tradicional lugar de finalización donde se contempla el amanecer antes del merecido descanso, y acabaron 19 patinadores recibiendo la brisa del mar.

Foto Miguel.

La ruta completa la ha subido Miguel a Inlinemap. Fue de 63,1Km con un desnivel acumulado de unos 410m.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que chulo!
Ya nos gustaria hacer algo asi en Madrid, de hecho se esta pensando hacerlo con www.impulsourbano.es
A ver en que queda...

navI dijo...

¡Seguro que montaréis algo guapo también!