18 marzo 2008

Cómo bajar una pendiente a gran velocidad (I)

Esta es una traducción de un artículo de Barry Publow publicado en Inline Planet, y que me ha parecido interesante. Está dividido en dos partes, cómo bajar y cómo frenar. Sólo han publicado, de momento, la primera parte. La he traducido yo así que puede que no esté fina al cien por cien, pero no hay que ser tan meticulosos ;D.

Parte 1: El ir rápidamente y mantener el control

Para los ‘cracks’ del “tumba abierta”, el descender una colina escarpada puede ser muy gratificante. Pero para los patinadores con falta de estabilidad y confianza puede ser virtualmente una pesadilla.

Dos preguntas son frecuentes en mis trabajos en “campus de velocidad”: ¿Cómo puedo ir rápido y mantener el control? Y ¿Qué hago si veo que voy demasiado rápido?


Varios factores son importantes cuando se hace Descenso a velocidad:

Agarre a la superficie

Los patinadores de descenso emplean un tiempo considerable probando y seleccionando ruedas, las cuales les dan la mejor relación tracción y velocidad. Y a menudo prefieren usar ruedas nuevas para cada ronda de descenso en la competición.

Incluso un juego de ruedas ligeramente gastado (a altas velocidades) no tendrá las mismas propiedades que unas nuevas. De acuerdo con Todd Gormick de la marca de ruedas Hyper, la mayoría de los patinadores prefieren usar ruedas que se han usado lo suficiente para eliminar el “mohawk” – la tira fina de uretano que se levanta de las ruedas nuevas.

Precisión

A altas velocidades, incluso las desalineaciones más leves en el perfil o el centro de la rueda puede causar problemas más graves. Es principalmente la causa responsable de muchos de los efectos de bamboleo e inestabilidad que muchos patinadores encuentran en los descensos pronunciados. Las guías dobladas también pueden causar problemas.

Naturalmente, los fabricantes de patines hacen lo posible para asegurar la precisión y seguridad de sus productos. Pero a 65km/h, las imperfecciones se magnifican.

Aerodinámica

En los deportes de motor, el ‘downforce’ es un factor crítico. Dicho sencillamente, es la presión con la que el flujo de aire empuja contra la tierra. En la Fórmula 1, los alerones delantero y trasero se ajustan para variar el nivel del ‘downforce’.

El ‘downforce’ es un factor menor en el patinaje porque las velocidades son menores. Pero no deja de ser un factor.

Para maximizar el ‘downforce’ mientras patinamos, adoptamos una posición de flexión de rodillas - como si nos sentásemos - con la cabeza y hombros ligeramente por debajo de la cadera. En teoría, cuanto mayor es la diferencia en altura entre los hombros y la cadera, mayor es el downforce.

La falta de asumir esta postura aerodinámica puede dar lugar al efecto contrario, y – en algunos casos – resultar catastrófico. Exponiendo una gran parte del tronco y pecho directamente al aire de frente se incrementa la resistencia al aire y el ‘downforce’. Si lo que se quiere es ir rápido, hay que evitar esta posición de “efecto paracaídas” y mantener la cabeza y hombros lo más bajo posible.

Estabilidad

Estar estable sobre los patines siempre es importante, pero nunca lo es tanto como cuando se está volando cuesta abajo. La clave está en la “relajación en alerta” – estar relativamente relajado mientras se es consciente de estar contrayendo los músculos para estabilizar las articulaciones claves (tobillos, rodillas y tronco).

Ir cuesta abajo es como estar con los ojos tapados y esperar, en cualquier momento, ser empujado desde una dirección desconocida. Nunca se sabe que va a suceder, por eso hay que estar listo para cualquier cosa.

Esto significa adoptar una postura defensiva, con el cuerpo bajo y los músculos básicos dispuestos. Pero sin estar demasiado tenso, lo que sólo provocará cansancio y hará más difícil enfrentarse a cualquier cuesta abajo por la que uno se lanza.

12 marzo 2008

Cinta métrica

Cuando se practica slalom en lugares no habituales, donde ya existan marcas, o para señalarlos por primera vez, es muy conveniente disponer del material adecuado que nos permitirá perder poco tiempo en colocar correctamente las filas de conos.

El método más práctico es utilizar una cinta métrica y marcar con tiza o pintura la distancia entre conos deseada, dependiendo si queramos marcas para una sola sesión o que queden permanentes. No hace falta tener una cinta métrica metálica, de muchos metros y cara. Con una de 20m, de fibra de vidrio y de menos de 10€ tenemos suficiente.

Extendiendo la cinta la distancia deseada sobre el terreno donde patinaremos y dejándola completamente recta, lo que conseguiremos tirando de ambos extremos, se pueden hacer marcas con una tiza en las posiciones de la tabla de multiplicar de 0.50m, de 0.80m o de 1,20m por encima y por debajo de la anchura de la cinta, entre las que podremos situar los conos rápidamente. Si lo que se quieren son marcas permanentes habrá que tener especial cuidado en la alineación y la correcta distancia entre puntos, pintando posteriormente con pintura en spray ayudándose de una plantilla de cartón con un agujero circular un poco más pequeño que la base del cono que colocaremos posteriormente (suele ser igual al círculo del tapón de un bote de pintura normal). Cuando se termina de usar se enrolla fácilmente mediante una manivela y queda recogida hasta el siguiente uso.


Otras opciones son un flexómetro de menor longitud, suelen ser de 3 o 5 metros, pero hay que hacer muchas medidas y es fácil que los conos queden desalineados. Al tener que estar agachado haciendo tantas medidas suele pasar que posteriormente se tengan unas buenas agujetas en las piernas ;D. También se puede marcar con una cuerda larga sobre la que hay señales con intervalos iguales a la distancia a la que queremos dejar los conos, pero son un poco engorrosas porque se suelen enredar al transportarlas.

Es un accesorio muy útil y de fácil transporte cuando se quieren hacer marcas rápidamente, por ejemplo cuando se está grabando un vídeo de slalom en diferentes localizaciones o cuando en medio de una ruta se aprovecha una parada para hacer unas pasadas.

04 marzo 2008

Cambio de cordones en los patines

Los cordones son una parte importante de la sujeción de los patines al pie, aunque es cierto que en unos modelos hacen mayor función que en otros, ya que se complementan con straps y cierres para lograr el ajuste necesario para patinar correctamente sin problemas de movimientos indeseados.

Se pueden cambiar por deterioro, cuando se han estropeado los que había; por funcionalidad, cambiar unos cordones planos por unos redondos que sean más cómodos de atar; por estética, según los gustos de cada uno...


En este caso se cambiarán los de unos Twister II Pro, debido a que el continuo roce con los ojales ha cortado la capa protectora que recubre el cordón y ya no cumplen satisfactoriamente sus funciones. Se pueden sustituir por otros iguales o en este caso por cuerda de escalar, redonda y mucho más resistente. Lo normal es cuerda de escalar de tamaño 3mm, hay que asegurarse de que entre bien por los agujeros del patín, aunque en este caso el tamaño es de 1,5mm que puede resultar demasiado fina, con la molestia de clavarse un poco en las manos al tirar de ella. Toda va a gustos.


Se sacan los cordones viejos y se mide su longitud. En el caso de los Twisters son de 1 metro de largo. Se toman 2 metros de cuerda de escalar y se corta por la mitad. Hay que quemar un poco las puntas para que no se deshilachen los trozos de cuerda.


Sólo queda pasar cada cordón resultante por los agujeros y zonas habilitadas en el botín. Así de sencillo es tener unos nuevos cordones listos para aguantar durante mucho tiempo.


Hay quien opina que la cuerda de escalar es demasiado dura y puede desgastar con el roce la tela del botín que hay entre los ojales de un lado y el otro (en éste caso son de plástico), un apunte para tenerlo también en cuenta.