Ayer se celebró el primer día del patín en la Casa de Campo madrileña. Tras cuatro fines de semana organizándose en distintas localidades de los alrededores de la capital, la última etapa de estas concentraciones exclusivas de patinadores se inició en los alrededores del lago de la Casa de Campo.
Las condiciones climatológicas amenazaron al evento en sus inicios, con una ligera demora sobre la hora prevista, debido al reparto de dorsales a los participantes más rezagados, la ruta de 4,5Km comenzó bajo unas cuantas gotas de agua dispersas que en pocos minutos se convirtieron en lluvia. Hubo suerte y sólo duró unos minutos, aunque lo suficiente para mojar el suelo y dificultar la marcha de los patinadores. Durante toda la ruta el suelo era de mala calidad, un asfalto malo para patinar, al que se añadía el hecho de estar mojado y con excrementos de los caballos policiales que había que sortear. No se notaba mucha organización en la ruta, un coche patrulla abría la marcha y un cordón delantero de patinadores controlaba a los participantes más ansiosos. Por detrás un pelotón muy estirado en el que cada uno iba a su ritmo. Después de subir la única minicuesta del llano recorrido, que se hacía difícil debido al asfalto húmedo, se llegaba a la meta justo cuando comenzaba a lucir el sol.
Tras pasar por el avituallamiento, donde repartían bebidas a los participantes, comenzaron una serie de exhibiciones en las distintas zonas habilitadas. Amenizadas desde un escenario con música comenzaron las demostraciones de slalom, saltos y clases de baile sobre patines preparadas por la organización, junto con otras espontáneas de los numerosos patinadores.
Con los sorteos de material y la entrega de premios a la familia y pandilla más numerosa, al grupo más conjuntado, al participante más original, al patinador de menor y mayor edad, se ponía fin a la mañana patinera.
No creo que hubiese "varios miles de patinadores" como escribe algún periódico y no se si llegaría a los dos mil que me comentaron cuando pregunté en la carpa de inscripciones. Lo que si es cierto es que hubo una gran participación de patinadores tanto de patínes en línea como patines de dos ejes (más habituales en Madrid que en el resto de España). Todos con ganas de pasarlo bien, incluso disfrazados de luchadores de sumo, reinas de la noche o de Wally. Destacar también al gran número que vinieron desde otras ciudades alejadas como Sevilla, Málaga o Barcelona. Que hicieron notar sus ganas de pasarlo en grande.
Cuando tenga editadas las imágenes colgaré un vídeo de como transcurrió la mañana.