Con motivo de la celebración de la fiesta mayor en el barrio barcelonés de Sant Antoni, este pasado domingo se organizó una mañana patinera con ruta y diversas actividades. En principio era una toma de contacto para futuras ediciones, pero se nota que los patinadores tienen ganas de rodar después de la última temporada de mal tiempo, y un número entre 400 y 500 desbordaron todas las previsiones y se acercaron a disfrutar de los patines desafiando a los meteorólogos pronosticadores.
En este barrio, ya que se ponen, montan las cosas a lo grande no sólo actividades con patines, al llegar casi no puedo atravesar el torrente de atletas que disputaban una carrera, también había bailes de country multitudinarios, actividades para niños, grandes carpas para tomar algo y un número considerable de atracciones de feria. La zona de los patines era una calle cortada al tráfico.
Esta fiesta popular organizada por la comisión de fiestas del barrio de Sant Antoni, el ayuntamiento de Barcelona, l'Escola Oficial de Patinatge Inline, la tienda de patines Inercia, l'Esportiu Rocafort y la A.P.B, ya tenía actividad antes de las 10 de la mañana con las inscripciones gratuitas de última hora y la recogida de obsequios. Una bolsa reflectante en la que había una camiseta conmemorativa, unas magdalenas para el desayuno, una naranja y una botella de agua para ir equipado hasta el final de la jornada a las tres de la tarde.
Los asistentes pudieron disfrutar de actividades como el freestyle slalom, hockey en línea de calle, baile en patines y los que sabían menos aprender lo básico, todo ello con la animación de un dj y un 'speaker' incansable. También existía la posibilidad de que te prestasen unos patines si se daba el caso de no tener unos.
La inscripción se podía hacer previamente por internet, o bien el mismo domingo, pero los menos madrugadores se quedaron sin obsequios debido a la masiva participación. La lluvia tampoco estropeó la jornada, a pesar de las nubes que cubrían el cielo, y a las doce de la mañana se inició la ruta de 7 kilómetros por las calles del barrio con la colaboración de los patinadores de la A.P.B. y gran número de miembros de la guardia urbana con coches y motos.
Este tipo de rutas son familiares, a un ritmo lento y a pesar de la poca dificultad y de las advertencias siempre hay gente, que sin saber frenar y girar correctamente, acaba uniéndose al grupo por lo que las caídas (a escasa velocidad) son muy frecuentes, tampoco se quedan atrás los niños de los que vi también unos cuantos por los suelos (algunos hasta repetían caída). Aunque los que más desesperan son los que se quejan todo el rato del ritmo lento con el que se patina, yo siempre me pregunto ¿es que no saben a lo que vienen? porque no creo que obliguen a asistir a nadie.
Una vez terminada la ruta y antes del fin de fiesta, se sortearon entre los inscritos una camiseta del Barcelona firmada por Messi, un balón con la firma de los jugadores, seis cenas dobles, un lote de embutidos, unos patines, varias cámaras de fotos para niños... fantástico en relación a lo que costaba la inscripción. Después de haberse ido casi todos sólo faltaba recoger.
Esperemos que se repita en años sucesivos, porque para ser el primero estuvo fenomenal.